Hace un mes Telefónica anunciaba la llegada de su marca O2 a España para tratar de competir con otras OMV como Pepephone o Lowi, entre otras, haciendo así que esta marca, ya presente en otros países como Alemania o Reino Unido, pasase también a estar operativa en nuestro país. El pasado 20 de junio comenzó a operar pero la marcha de la misma no ha ido como se esperaba, lo que ha hecho que la operadora se haya visto en la obligación de detener, de manera temporal, las nuevas altas. El motivo, las quejas de clientes que no recibían sus portabilidades. Desde la compañía han enviado un comunicado disculpándose por la situación.
Desde el operador han justificado esta delicada situación recordando a los usuarios que aún están en fase de pruebas. «Nacíamos en periodo de pruebas internas, esperando que no afectara al cliente y confiando en poder dar un servicio de contratación correcto. Pero la realidad nos ha superado y, en muchos casos, os hemos molestado o retrasado mucho más de lo necesario», indica en su comunicado, donde también han hecho referencia a su propia culpa a la hora de realizar los cálculos: «A pesar de haber puesto a casi cien personas para atender y procesar el trabajo pendiente, las correcciones que hemos tenido que hacer han supuesto más tiempo del razonable».
Por el momento se desconoce cuando O2 volverá a aceptar la llegada de nuevos usuarios.