El conflicto entre las dos grandes operadoras no ha podido resolverse ni comercial ni administrativamente, y ahora tendrá que ser un juez quien diga si ha habido boicot al competidor.
28 de mayo de 2006. Al final se van a ver las caras ambas compañías, Telefónica y Jazztel, presididas respectivamente por César Alierta y Leopoldo Fernández-Pujals. Mañana lunes se celebra en el juzgado de primera instancia nº 54 de Madrid la primera sesión del juicio en el que la operadora presidida por este último reclama al gigante español de las telecomunicaciones un total de 337 millones de euros por presunto incumplimiento de los plazos de alquiler de su red.
El conflicto reside en los retrasos de Telefónica a la hora de facilitar a Jazztel el acceso al bucle de abonado (OBA), paso imprescindible para poder ofrecer servicios de telefonía.En marzo, Jazztel declaró que había padecido más de 12.000 cancelaciones en su servicio ADSL por la problemática existente («ajena a la compañía», señalaron sus responsables), para la tramitación de las portabilidades.Hasta ahora, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) había sido el único árbitro en los litigios que enfrentan a Jazztel y Telefónica, obligando a ésta última a pagar 15 millones de euros por distintas infracciones.
De hecho, hasta el momento, todas las reclamaciones de Jazztel que la CMT ha analizado (13 de un total de 40) se han resuelto con un dictamen a su favor.