Las listas de correo, o newletter, son algo parcialmente extinto que solo utilizan determinadas empresas. La gente de a pie apenas se detiene a realizar este tipo de tareas, prefiriendo en la mayoría de ocasiones el uso de las redes sociales. Si se tiene una empresa o negocio que funcione mediante Internet, es necesario que las campañas de newsletter sean efectivas. Y, sobre todo, que se sepa cómo hacerlas.
En primer lugar, el hecho de crear newsletter se lleva a cabo con el fin de mantener una cierta comunicación con los clientes. Incluso fidelizándolos e informando acerca de los productos que se tienen en disposición. Por lo general se tiene una asiduidad en cuanto al envío de estos correos electrónicos: semanales, quincenales o mensuales.
Si se quiere tener éxito en una campaña de este tipo, hay que tener en cuenta varios conceptos: los usuarios a los que se enviarán los correos electrónicos, los contenidos que se incluirán y la periodicidad.
Los usuarios a los que se enviarán los correos electrónicos serán únicamente aquellos que se hayan apuntado previamente a las listas. Si no es así, no es posible remitir correos: es ilegal y se molesta a los potenciales clientes. Además, la dirección de correo electrónico podría ser calificada como de spam. No olvidar las ventajas mailrelay, método que también puede ser utilidad.
Los contenidos también son importantes. Los textos y las imágenes deben ser concretar, simples y a la vez llamativas. No es recomendable incluir contenidos que sean de relleno o que no proporcionen la información que se quiere comunicar. Es mejor eliminar estos textos o imágenes antes que incluirlos y que no consigan el objetivo pensado.
Por último, mencionar la periodicidad de envío de los contenidos. Esta debe ser exacta. Si se tienen muchos productos, lo ideal es enviar newsletter de forma semanal. Si no, es conveniente hacer los enviar de manera quincenal o mensual, dependiendo de la cantidad de contenidos a comunicar.
Realizar una buena campaña de newsletter garantiza el cumplimiento de unos mínimos objetivos. Lo importante, en todo caso, es que se complete de buena manera.