Hace menos de dos semanas que el regulador de las telecomunicaciones, la CMT, aprobó un cambio en la normativa que hará indispensable una oferta de voz sobre internet (VoIP) para los rivales de Telefónica, y Jazztel ya ha puesto en el mercado una propuesta.
Y ello, a pesar de que la norma ni siquiera ha empezado a aplicarse. Pero eso tampoco es algo totalmente necesario, ya que el objetivo del lanzamiento es más bien testar la demanda, dar el primer paso e ir preparando la tecnología para cuando la batalla sea la definitiva, según fuentes de la compañía.
Por ahora, la nueva oferta de voz sobre IP de Jazztel tiene ciertas carencias propias de toda primera incursión en un mercado sin explorar y de una entrada poco a poco.
Por ejemplo, el producto a la venta no pretende ser todavía sustitutivo de la voz tradicional -algo que sí sucederá en el futuro-, entre otras cosas porque ninguna de las tres ofertas que va a poner en el mercado dan la posibilidad de renunciar a la línea básica de toda la vida, ya sea de Telefónica o de Jazztel, que también la comercializa.
Tampoco incluye en el paquete llamadas a móviles, porque estas conexiones se encaminarán por la red tradicional y los costes -el precio que se paga a las operadoras celulares, por ejemplo- siguen siendo los mismos. Las comunicaciones internacionales están, asimismo, fuera del paquete inicial por idénticos motivos. Sólo si la persona a la que se llama en el extranjero tiene el terminal de Jazztel la conexión será gratuita, algo que se ampliará en el futuro, cuando la operadora comience a cerrar acuerdos con compañías internacionales que usen tecnología IP.
Lo que la operadora presidida por Leopoldo Fernández Pujals ha puesto en el mercado es una oferta de segunda línea a precios muy competitivos -sin cuota de alta ni obras de instalación-, nuevas funcionalidades -como la videollamada o el control del gasto- y disponible para todos los clientes, incluidos los de otras compañías. Es decir, se requiere una conexión de ADSL, pero no tiene por qué ser de Jazztel. El objetivo es que los usuarios de sus rivales tengan acceso a este servicio para que, a la larga, puedan ser tentados con el traspaso total.
A todos ellos se les ofrece una conexión IP con un terminal especial, un número de teléfono -como se trata de una segunda línea no hay portabilidad, sino una nueva numeración que comienza por 51- y llamadas de ámbito nacional por siete euros al mes. Una oferta similar de Telefónica, pero con la tecnología tradicional de voz, ronda los 30 euros.
En principio, hay tres modalidades, con más o menos funcionalidades. Sólo una de las tres es la que permite contratar la línea IP siendo cliente de ADSL de otro operador. Con las otras dos, la banda ancha debe ser de Jazztel.
El próximo paso será una oferta de VoIP que sustituya la voz tradicional y que permita eliminar la línea básica y funcionar sólo con la conexión de ADSL. Eso es lo que ha aprobado la CMT y en lo que trabajan las operadoras.
Articulo publicado en: http://www.cincodias.com