Durante los últimos dos años el 15% de los videoclubs han cerrado sus puertas en España, de tal modo que practicamente solo subsisten a duras penas las franquicias y los videoclubs tipo cajero estos últimos por tener menos gastos que los videoclubs convencionales, y es que el auge actual de las conexiones de banda ancha en nuestro país están provocando la disminución progresiva del numero de videoclubs.
El motivo esta claro que no es otro que las descargas de las películas a través de los programas de intercambio de archivos, del tipo de emule, bittorrent, etc.
El problema principal es el precio de los alquileres, el alquiler de una película sigue siendo caro, ya que ronda los tres euros, pasa como con los discos de música, que su coste sigue siendo excesivo, y la gente claro encuentra tan fácil escribir un termino en el emule por ejemplo y localizar docenas de entradas con la descarga disponible, que prefieren realizar la descarga, aun siendo ilegal, que desembolsar el importe.